Casi una de cada cuatro personas padece la llamada enfermedad del hígado graso no alcohólico (EHGNA), un trastorno que se produce cuando se acumula una cantidad anormal de grasa en el hígado. Y dado que no suele detectarse en los exámenes médicos de rutina, la mayoría de las personas con la EHGNA ni siquiera saben que la tienen, según un nuevo informe (en inglés) que se publicó en la revista científica Arteriosclerosis, Thrombosis, and Vascular Biology.
La mayoría de las personas que tienen la EHGNA no presentan daños significativos en el hígado
Sin embargo, en un 15 a un 20% de los casos, el exceso de grasa hepática coincide con la inflamación y el daño de las células del hígado, lo que provoca una forma agresiva de la enfermedad denominada esteatohepatitis no alcohólica (EHNA). En el caso de la EHNA, el daño hepático es similar al que se produce por el consumo excesivo de alcohol. Se observa cicatrización del hígado (cirrosis), cáncer de hígado o insuficiencia hepática.
No es de sorprender que quienes padecen EHNA tengan cinco veces más probabilidades de morir por una enfermedad hepática que quienes padecen la EHGNA sin evolución, según una investigación (en inglés) que se publicó en Clinical Liver Disease. Entre las personas que padecen una EHGNA que no evoluciona a una EHNA, que es mucho más grave, las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte “debido a los diversos factores de riesgo metabólico que comparten”, explica Chen. “La enfermedad hepática es la segunda causa principal de muerte”.
